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La Redención y Reconciliación de la Raza Humana

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Wednesday, May 23, 2007

El Negocio de la Iglesia. Parte I



El Negocio de la Iglesia. Parte Primera.

por Manolete-je


La vida cristiana es la vida de un obrero. Todo buen obrero sabe, como muchos de ustedes, que el trabajo no siempre es fácil. Muchos obreros saben que su trabajo, muchas veces, (sea cual sea) es arduo; especialmente el trabajo físico. En un mundo imperfecto pecaminoso, el trabajo es difícil por causa de los obstáculos que ocurren. El creyente, en este mundo, es presentado con muchas dificultades. Observemos. Primero, Dios, en Génesis 3, maldijo al ser humano por su pecado; un aspecto de la maldición son los obstáculos que ocurren en contra de la justicia y el bien. El obrero agrícola, por ejemplo, sabe de obstáculos y dificultades al labrar la tierra. En otras palabras, como bien sabemos, las dificultades y los obstáculos son la resistencia que puede haber “en contra” del obrero o del creyente. La resistencia en muchos casos es grande. El Apóstol San Pablo le dijo a Timoteo “debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.” (I Tim. 3:1). Lucas, en Hechos 14:22, nos escribe que Pablo dijo, “es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de los cielos.” El Apóstol Pedro escribe, “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios.” (I Pedro 4:17). En segundo lugar, en lo espiritual, hay obstáculos y tribulaciones, por ejemplo, que enfrentan a la Iglesia. El peligro y la maldad que hay en el mundo son buenos ejemplos. Además, Satanás resiste a la verdad de Dios, y a su Iglesia. (LEER 2 Timoteo 3:8). Esta “resistencia” satánica, y, o mundial es la característica de la lucha espiritual que siempre ha enfrentado a la iglesia a través de los siglos. Muchos de ustedes, si observan a nuestros tiempos, y el mundo en que vivimos, bien saben lo que esta ocurriendo en el mundo. En fin, nuestra era ha estado, y esta, en crisis. Aún la iglesia, a comienzos de este siglo XXI esta en crisis. La Iglesia histórica, evangélica, bíblica, ortodoxa, siempre ha predicado sobre éstas cosas. Buenos predicadores nos han mostrado el desafío que nuestra era presenta a la Iglesia. Pero, por otro lado, el positivo, Pablo también le dice a Timoteo, “Pero tú,” 2 Tim. 3:10, “has seguido mi doctrina.” Timoteo fue fiel. Y así debe ser la Iglesia. Timoteo, a pesar del peligro del los tiempos, fue un fiel soldado de Cristo, y no se enredo (2 Tim. 2:3-4) en la crisis y los problemas del tiempo; sino que fue fiel a la doctrina o enseñanza de Cristo (2 Tim. 3:10) al vivir una vida entregada, piadosa, y fiel al Señor. Timoteo, como buen discípulo de Pablo, se “enredo” mas bien en los asuntos o los negocios de Dios, y no los del mundo- que es pasajero. Cristo mismo, nuestro Señor, recordaremos, a los doce años de edad le comento a sus padres, San José y María, “¿No sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? (Lucas 2:49). ¡Cuanto más nosotros, entonces, no debiéramos también andar en los negocios del Padre! Hoy día hay huellas de que el Espíritu Santo esta cumpliendo su promesa de hacer grandes obras en los postreros días. El siglo XXI en muchas partes esta observando, se de cuenta o no, la obra de Dios en la iglesia para que ella, la novia de Cristo, en estos días, sea una Iglesia entregada a Cristo, a su verdad, a la adoración, y sobre todo, a las buenas obras de hacer el bien y predicar a Cristo.
Oremos hermanos. En otra ocasión, Dios mediante, abarcaré más detalles sobre este tema. Gracias por leer, y Dios os bendiga a todos con su gracia.

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